Hoy se realiza una concentración en apoyo a los habitantes de la Selva Peruana, nativos que también son ciudadanos del Perú, con deberes, pero también con derechos como cualquiera de nosotros, entre ellos, a poder dialogar y decidir sobre las tierras en las que ellos han estado habitando durante miles de años, mucho antes de Yehude Simon, que conocen mucho mejor que Mercedes Cabanillas y que, definitivamente, aman mucho más de lo que Alan García jamás podría sentir. Los hechos de estos días lo demuestran.
Aquí el manifiesto en Facebook. Como se ve, es una propuesta pacífica, pero no por ello dejará de sentirse con firmeza.
En la selva del Perú se sucede un conflicto muy intenso, que cobra día a día vidas de decenas de personas entre nativos y fuerzas del orden. Hacemos un llamado a la paz, rechazando todos los actos de violencia que se están suscitando desde ambos lados del conflicto. Sin embargo, el fondo de este asunto es mucho más grave aún y podría costar muchas más vidas, es el interés político y económico por la extracción de petróleo en la amazonía.
Si los gobiernos de Perú y EE.UU. dicen que están a favor de la sostenibilidad del medio ambiente, ¿Por qué continúan buscando petróleo? Como estados democráticos, en donde el primordial objetivo es el bienestar y desarrollo de los pueblos, están obligados a proponer y alentar iniciativas de uso de energías renovables y limpias. En la actualidad nuestras industrias y autos funcionan a base de combustión, es decir quemar, este humo o gas que se despide de esta combustión, es uno de los principales agentes que genera el calentamiento global y uno de los mayores contaminantes de la vida del planeta, incluyéndonos, por supuesto.
Como ciudadanos preocupados por la paz y el medio ambiente, debemos exigir a nuestros gobiernos, al actual y a los que vengan, gobiernos peruanos y extranjeros, que seguir apostando por el petróleo es contraproducente con la salvaguarda del medio ambiente, la salud de todos y la cultura de nuestros hermanos nativos y su entorno.
Reunámonos este próximo miércoles a partir de las 6:00 p.m, en el Ovalo de Miraflores, para pacíficamente hacer una concentración para manifestar nuestro deseo y voluntad de paz y desarrollo de tecnologías limpias en el Perú.
Aunque sea convocada en un distrito tradicionalmente burgués como Miraflores, no creo que desmerezca su propósito. Irá gente de teatro, prensa, etc., pero no por ello debería ser considerada como «frívola». Estará gente que que estimo mucho y gente que no me cae para nada, con coincidencias y diferencias, pero aquí hay una cosa que todos tenemos en común: Queremos dejarle un país sano a los que nos sucedan.
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No veo las cosas de la forma maniquea como algunos nos la quieren presentar: No soy humalista. No he votado por Ollanta Humala ni estoy de acuerdo con sus posturas, muy aparte que sólo sean eso, posturas pero no hecho concretos. No creo en la izquierda ni en el socialismo como nos lo quieren empaquetar ahora. Menos en el comunismo ni en sus sectas violentistas. Pero así como no creo en ellos, no tengo porqué darle crédito a un sistema que en estos días, queriendo camuflar su avaricia, no ha conseguido más que desnudar su miseria y egoísmo ante la muerte de tantos peruanos, enfrentados en conflicto de «indios contra indios» y presentados injustamente como «salvajes» en su contexto más degradante. Salvajes los que no han querido conceder la atención ni la consulta, ni siquiera por hacer un gesto ante la opinión pública.
Y para eso han creado un ministerio del Medio Ambiente… ¿Brack Egg no era el hijo de la buena tierra?
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Muy aparte, se anuncia, por parte de la AIDESEP, un paro el 11 de Junio, un día después de esta movilización.
¿Y luego?
Sólo esperemos que si salen a combatir a esta manifestación, la represión no sea brutal como en Bagua. O el gobierno recién va a entender aquí en Lima que este es un problema de alcance nacional, y sería muy tarde.
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Quiero vivir tranquilo y trabajar en paz. Ya mucho hemos depredado este suelo tan generoso por dinero. Pero a ciertos individuos parece que no les importa si mueren desgraciados mientras mueran ricos, y menos si el Perú, su gente y el planeta se vayan al cuerno.
Aquí, definitivamente, si no nos pronunciamos ante tanta injusticia, es que ya tocamos fondo como especie.
Roberto Cuba Intl. 